20161207

La economía de la Eurozona subió un 0,3% en el tercer trimestre del año gracias principalmente al aumento del consumo en los hogares. El dato del producto interior bruto (PIB) también fue positivo de julio a septiembre en toda la Unión Europea (UE), con un avance de un 0,4%, según difundió ayer la oficina comunitaria de estadística, Eurostat. Como preveían la mayoría de analistas, el crecimiento trimestral en los países del euro se mantuvo estable respecto al segundo trimestre, aunque bajó ligeramente en relación con el primero de 2016 y el último de 2015. De entre los Estados miembros, los que registraron mayores subidas fueron Croacia (1,7%), Eslovenia (1%), Grecia y Portugal (un 0,8% cada uno). España subió en el tercer trimestre un 0,7% y un 3,2% en términos interanuales, situándose notablemente por encima de Alemania, Francia e Italia y Reino Unido.

Fiel a su estilo, Mariano Rajoy prometió bajar impuestos en plena campaña electoral: Bruselas se echó las manos a la cabeza tras los continuos incumplimientos fiscales de los últimos años. Pero el Gobierno endureció la tributación de Sociedades aún en funciones. Y el próximo presupuesto incluirá subidas fiscales por algo más de 4.500 millones de euros adicionales: Madrid confía en que Bruselas se dé por satisfecha con eso y no exija ajustes adicionales, aunque es consciente de que las previsiones de PIB, paro y demás pueden sonar algo optimistas. El ministro Luis de Guindos se agarró ayer a las declaraciones del comisario Pierre Moscovici, que la víspera adelantó que los ajustes anunciados van en la buena dirección.

La positiva evolución de la economía española en 2016 se refleja en el hecho de que la inversión en bienes de equipo en España puede cerrar este año con un crecimiento del 6,7%, según un informe del  Instituto de Estudios Económicos (I EE). De confirmarse el dato superaría las previsiones de cerca del 3% que la propia patronal del sector, Sercobe, manejaba y ratificaría la mayor confianza que la industria tiene en la evolución de la demanda en los próximos años. Según el lEE, España sería el sexto país de la eurozona con mayor incremento de la inversión en bienes de equipo este año una vez analizados los daros de la Comisión Europea. La inversión en bienes de equipo crecerá a un ritmo medio del 4,2% en la eurozona, algo por debajo del 4,7% registrado en 2015.

Europa quiere llegar donde los bancos no lo hacen para estimular la débil recuperación de la economía comunitaria. El Plan Juncker nació como un intento de sacar a la inversión privada de su parálisis animándola a financiar proyectos con un alto perfil de riesgo con el apoyo y la garantía del dinero comunitario. Ahora, los ministros de Economía y Finanzas de los Veintiocho han acordado dar luz verde a la propuesta de la Comisión Europea de aumentar la duración del Plan Juncker al menos dos años más, hasta 2020, y ampliar su capacidad de los 315.000 hasta los 500.000 millones de euros.

Pocos en Bruselas dudaban de que al final pasaría, y la renuncia aún no consumada de Matteo Renzi como primer ministro de Italia no ha hecho más que precipitar los acontecimientos. No provocarlos, sino acelerarlos. Italia, la tercera potencia del euro, está viviendo su 2012, el año que estigmatizó a España, el cuarto país del bloque. Tan lejos y tan cerca. Siempre el Sur. Pero la Eurozona de entonces nada tiene que ver con la de ahora. Hay redes de seguridad y el efecto contagio es latente, de ahí que el ministro de Economía, Luis de Guindos, lanzase ayer en Bruselas un contundente mensaje en defensa de la fortaleza del sistema financiero español.

Juan Pablo Lázaro, presidente de la patronal madrileña (CEIM) y uno de los cuatro vicepresidentes de CEOE, que dirige Juan Rosell, critica duramente el modelo de diálogo social que está llevando a cabo la patronal con el Gobierno y los sindicatos. El dirigente de la patronal madrileña asegura que está harto de «parches» en las conversaciones con los sindicatos. Es decir, el representante del empresariado madrileño está cansado de las negociaciones parciales en el diálogo social, en las que se orillan con carácter general cuestiones primordiales para dotar de mayor flexibilidad y competitividad a las empresas. En su opinión, dos ejemplos de ello son la actual negociación que la patronal mantiene con CCOO y UGT sobre el incremento de los salarios para la negociación colectiva del próximo año y, en segundo lugar, sobre el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), también para el próximo ejercicio.

La aplicación estricta de la reforma laboral en la hostelería, que ha permitido externalizar servicios como el de restauración o las camareras de piso, ha provocado una rebaja media del 40% del sueldo en el sector. En el segundo caso, el recorte llega al 60%, con pérdidas de antigüedad o supresión de las pagas por festivos u horas extras.

En cuanto PP y PSOE acordaron la pasada semana dar luz verde a la subida del 8% del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), un resorte se activó en Lakua, y es que una nueva variable deberá ser incluida en la confección de unos presupuestos que se encuentran en pleno diseño. El Gobierno Vasco tiene que contemplar un aumento proporcional en el gasto de la RGI, ya que las prestaciones vascas van indexadas al SMI de forma que el incremento aprobado en Madrid deberá conllevar una subida automática para los más de 64.000 perceptores de la renta en Euskadi. Estos beneficiarios recibirán una subida media de entre 50 y 80 euros mensuales, lo que podría situar la factura de la RGI en Euskadi por primera vez por encima de los 500 millones de euros.

La igualdad no existe en las empresas españolas, sigue siendo un espejismo nueve años después de que las Cortes aprobaran la Ley Orgánica 3/2007 para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres (LOIEMH): sólo el 10% de las compañías que están obligadas a aplicarla lo hacen o, de otro modo, el 90% le da la espalda. De acuerdo con la norma, las empresas que superen los 250 empleados deben implantar un plan de igualdad. Pero ni el riesgo de sanciones económicas ni la responsabilidad corporativa ni los beneficios sobre la productividad y la competitividad son argumentos de peso para que nueve de cada 10 grandes empresas se pongan al día con sus obligaciones en este tema, según un estudio de la consultora Leialta.

Los alumnos vascos de 15 años han suspendido la evaluación internacional de más prestigio, el informe PISA, considerada como la herramienta con la que se mide el nivel de un sistema educativo. Los resultados muestran un retroceso de Euskadi en las tres materias a examen, Matemáticas, Ciencias y Lectura respecto de la prueba realizada en 2012. Y lo que es todavía más grave, sitúan al País Vasco por debajo de la media española y de la OCDE en competencia científica y lectora. Castilla-León, Madrid y Navarra lideran el ranking nacional de la excelencia educativa.

ELA arremetió ayer contra la mayoría sindical de Sidenor, integrada por CC OO, UGT y USO, y les acusó de asumir «el planteamiento de la empresa» en la negociación recién abierta sobre el ERTE que ha planteado el grupo siderúrgico para sus plantas. El expediente se aplicaría durante dos años, en 2017 y 2018, e implicaría una reducción media del tiempo de trabajo de un 50%, aunque con diferente afectación según los centros de trabajo. Las plantas más afectadas serían las guipuzcoanas y la que menos la de Basauri.