20170305

El consejero de Hacienda y Economía del Gobierno vasco, Pedro Azpiazu, que hace unas semanas abrió el debate sobre una posible subida de impuestos en Euskadi, reitera que aunque la economía de la comunidad autónoma avanza con paso firme, la recaudación y el lastre de cumplir con el déficit obligan a una «revisión tributaria absolutamente necesaria» en busca de la suficiencia financiera. Azpiazu recuerda que «hay un compromiso de revisar la reforma fiscal de 2014, pactada por PNV y PSE, y a partir de ahí, teniendo en cuenta que no se generan los recursos suficientes para llevar a cabo todas las políticas que queremos, ver lo que hay que hacer».

Si una empresa vasca se ha comprometido con un cliente que está al otro lado de mundo a que tendrá el producto en cierta fecha, fallar es un gran problema. Y no valen excusas como que hay huelga de estibadores en España. Así que Euskadi, la comunidad autónoma más internacionalizada, la que más comercia con el exterior, se juega mucho en el conflicto de los puertos. La legión de compañías que dependen del tráfico marítimo están acribillando a llamadas en busca de consejo y soluciones a las empresas transitarias y consignatarias.  Fuentes muy autorizadas de ambos ámbitos menean la cabeza: «No hay ‘plan b’ en la inmensa mayoría de las ocasiones». Así que si los estibadores cumplen su amenaza y van a la huelga a partir del viernes para presionar contra la liberalización del sector, las pérdidas serán millonarias. Según uno de esos cálculos aproximados que hace el Ministerio de Fomento, el conflicto costará unos 50 millones al día en toda España.

Aunque no le gusta nada la idea de un conflicto portuario, cree que siempre hay que sacar conclusiones positivas de las crisis y también está convencido de que las grandes metamorfosis se producen tras un periodo de turbulencias. Mentalmente está preparado para afrontar un conflicto que intuye «intenso pero corto», en el que cree que todos sin excepción saldrán perdiendo, aunque se aferra a la idea de que una negociación puede salvar el momento y dar paso a un modelo más competitivo. Asier Atutxa, el presidente de la Autoridad Portuaria de Bilbao, comparte la tesis de que la estiba necesitaba una actualización de su modelo, porque dentro del micromundo que se mueve en los muelles es probablemente la actividad que más se aleja de la libertad de competencia; pero también cree que el Gobierno ha errado en su forma de plantearlo. En especial, en no haber buscado un consenso político, empresarial e incluso sindical, antes de lanzar el órdago del decreto ley.

El verbo «destopar» no está aceptado por la RAE pero ya es de uso habitual en ámbitos sociales, políticos y periodísticos. Y en el Estado español cada vez se conjuga más en relación al futuro del sistema de pensiones. En este contexto, «destopar» hace referencia a eliminar el tope máximo de cotización a la Seguridad Social.

Arantxa Tapia es un valor seguro para el PNV y para el lehendakari Iñigo Urkullu. Doctora ingeniera industrial, su trayectoria política le permite conocer con profundidad todas las administraciones vascas pero también la política en Madrid. Tras cuatro años volcada en facilitar la recuperación industrial en una sincopada salida de la crisis, Tapia añade ahora la responsabilidad de acelerar las obras del tren de alta velocidad (TAV) para que pueda ser una realidad a finales de 2023.

Los presidentes de los centros públicos y concertados de Formación Profesional (FP), Agustín Campos y Julen Elgeta, cara a cara por primera vez en un medio. Agustín Campos, presidente de Ikaslan Bizkaia, asegura que «la relación FP pública-concertada, en principio, tiene una estabilidad total porque lo que nos une son los proyectos que llevamos a cabo y la FP, por lo que en este caso no hay ningún tipo de desvío». Por su parte, Julen Elgeta, presidente de Hetel, cree que la FP vasca puede enseñar cómo se puede llevar una buena relación red pública y concertada.

Los beneficios empresariales volvieron a subir en 2016 después del retroceso sufrido el año anterior. Las 125 compañías cotizadas en el mercado continuo español cerraron el ejercicio con un beneficio conjunto de 27.625 millones de euros. Esta cifra supone un aumento del 13,32% respecto al curso precedente. El uso de cifras agregadas siempre conlleva el riesgo de llegar a conclusiones poco precisas. Este peligro es aún mayor con las cuentas empresariales de 2016, ya que resulta imposible hacer un balance general sin usar múltiples notas a pie de página. El impacto que tuvieron los resultados de determinadas empresas en los datos de conjunto, bien porque salieron de pérdidas millonarias o porque se produjo el caso contrario, distorsiona cualquier intento de fotografía global.  En el ejercicio 2016, volvió a quedar constancia de que sigue habiendo una dificultad muy extendida para generar nuevos ingresos. Las ventas totales de las cotizadas sumaron 597.057 millones de euros, un 2,9% menos que en 2015. Además, la caída de la facturación fue la tónica común con independencia del tamaño de las empresas.

«Poco a poco avanzamos hacia la igualdad», se dice cuando se habla de brecha de género. ¿Es cierto? Según el informe Gender Gap 2016 del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), no, al menos, en términos absolutos. El estudio concluye que, en 74 de los 144 países analizados, han caído los índices de igualdad. España es uno de ellos. Ha pasado de la posición 25 en el informe de 2015, a la 29 en el del pasado año, y su puntuación ha bajado de 0,742 (sobre 1), a 0,738. El descenso afecta mayoritariamente a la categoría de oportunidades y participación económica. «Entre legisladores y decisores, así como en trabajos técnicos y profesionales, hay menos mujeres», señala María José Villanueva, vicepresidenta de la Asociación Española de Ejecutivas y Consejeras (Eje&Con) y directora de Márketing de la compañía farmacéutica AstraZeneca. Y subraya otra de las conclusiones del informe del WEF: «El cambio cultural es más lento del esperado».                                                                                                                                                    

Las empresas vascas sufren 2.400 ciber ataques al día. Es el inquietante dato que el Gobierno Vasco hizo público la semana pasada. Dibuja un escenario preocupante, en el que es evidente que el tejido empresarial vasco debe mover ficha y protegerse ante una amenaza cada vez más presente. Los ataques informáticos no son un problema que afecta solo a los ordenadores, cualquier maquinaria conectada a la red es susceptible de acoger un regalo de terceros. El Gobierno Vasco no es ajeno a este problema y tiene en mente crear un nuevo centro de ciberseguridad, para lo que ha puesto en marcha un grupo de trabajo liderado por Lehendakaritza y con la participación, en esta primera fase, de los Departamentos de Seguridad y Desarrollo Económico e Infraestructuras.

La crisis ha cambiado no solo el panorama económico del país, sino también el social. Así, a partir de 2008 se inicia un nuevo ciclo migratorio en España, tal y como constata Funcas en su última publicación, y por primera vez en mucho tiempo el número de emigrantes superó al de inmigrantes, es decir, se van más de los que llegan. La razón está en el deteriorado mercado de trabajo. Si en 2008 venían a España 600.000 extranjeros, esa cifra se redujo a la mitad y en 2013, el peor año de la crisis, ya solo llegaban 280.000, según los datos extraídos del INE. En 2014 y 2015 comienza a notarse ligeramente la recuperación, pero aún así en 2015 todavía eran únicamente 340.000 los inmigrantes que entraban.

Los jóvenes que nacieron entre 1982 y 2004 (los llamados millennials) serán más del 70% de la fuerza laboral del mundo desarrollado en 2025. Probablemente habrán empezado a tomar las riendas del futuro de la humanidad. En España, son una generación de más de ocho millones de personas que nacieron en la prosperidad, con un entorno político, económico y social infinitamente mejor que el de sus padres, pero que cuando llegaron a la mayoría de edad se dieron de bruces con una durísima crisis que truncó las expectativas de muchos de ellos. Según la Fundación Porcausa, son el colectivo de los sueños rotos. La generación del milenio vive con la etiqueta de formar un ejército de gente perezosa, narcisista y consentida; sin embargo, los jóvenes españoles de entre 18 y 34 años son también críticos, exigentes, reformistas, poco materialistas, comprometidos, digitales y participativos. Pero piensan que la sociedad está en deuda con ellos.

De su paso por el Departamento de Justicia del Gobierno vasco, Idoia Mendia Secretaria General del PSE,  conserva la costumbre de organizar en gruesas carpetas la documentación de los temas en los que trabaja. Todos con el título escrito con gruesas letras en la portada. Y a tenor de cómo tiene la mesa de su despacho, la secretaria general del PSE tiene muchos frentes abiertos. Tanto como miembro del Ejecutivo de coalición con el PNV como en el día a día del Parlamento vasco y en la lucha interna del PSOE.

El mapa político español permanece anclado a los resultados de las elecciones de junio de 2016. Sin apenas transformaciones. Con premios y castigos muy limitados. Después de concluidos los congresos de PP, Ciudadanos y Podemos y de que la carrera a la Secretaría General del PSOE se haya abierto con las candidaturas de Pedro Sánchez y Patxi López, los españoles apuestan por un Hemiciclo con cuatro partidos en cabeza, en el que el PP necesitaría de nuevo a C’s, y probablemente la abstención del PSOE, para continuar en Moncloa. Según el sondeo de Sigma Dos para EL MUNDO, el PP obtendría un 34,3% de los votos; Podemos, tras la batalla entre Iglesias y Errejón, un 21,7%; el PSOE, un 20,2%, y C’s, un 12,6%.

«Una auténtica revolución se gesta a nuestro alrededor. La tecnología se ha aliado con el mundo digital para generar una nueva realidad. En definitiva, está emergiendo un nuevo marco de actividad económica, productiva, organizativa y de generación de conocimiento, un movimiento que ha venido para quedarse. Esa es una de las señales de que el futuro ya está aquí. El proceso de transformación digital es ya una realidad incontestable. Supone tanto una oportunidad como un riesgo para las empresas. Se ha convertido en una condición ineludible para la viabilidad de las empresas por tres argumentos fundamentales: el fenómeno ha crecido a pesar de la crisis; permite aumentar el tamaño empresarial y la productividad; y abre nuevos mercados al llegar más lejos y antes a los clientes».

«Nada es lo que fue. La globalización ha trasformado el comercio internacional y nuevas tecnologías como la biotecnología, la robótica, el ‘internet de las cosas’ o la economía circular aplicada a la industria están impulsando una nueva revolución industrial que impactará drásticamente en las economías de los países y en las empresas que dan trabajo a sus ciudadanos. Ante este reto que ya es una realidad, cabe reflexionar sobre lo que nuestras empresas están haciendo. Y más concretamente, enfocar el ‘zoom’ en el papel que están desempeñando los órganos de administración de las pymes».