20170808

La competitividad española retrocede en lo que va de año respecto a la zona euro. Y lo hace como consecuencia del repunte de la inflación registrada en 2017, cuya intensidad es superior a la media comunitaria. Un incremento que no sólo encarece los productos de la cesta de la compra, sino que perjudica a la competitividad de las exportaciones vía precios con los países que comparten la moneda única. Un escenario de empeoramiento que se repite en los últimos siete meses y que supone un cambio de tendencia respecto a la evolución vivida desde 2013, cuando las tasas negativas del IPC en España permitieron ganar competitividad frente a su principal área comercial. Durante los últimos años, España ha reducido la brecha de competitividad respecto a países del euro mediante dos vías. De un lado, la reducción de costes gracias a la devaluación salarial. El otro camino fue el de los precios debido a la baja inflación, que en 2015 y 2016 permaneció casi todo el tiempo en tasas negativas.

La creación de empresas continúa siendo una meta para Euskadi, sobre todo ahora que parece abrirse una nueva etapa de bonanza económica. No en vano, el número de nuevas sociedades mercantiles fue de 220 el pasado junio, lo que supone un retroceso del 20% respecto al mismo mes de 2016, según los datos difundidos ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). De ese modo, se convierte en la quinta comunidad autónoma que menos compañías consiguió crear, sólo por detrás de La Rioja, Cantabria, Castilla y León y Asturias, en ese orden. En el conjunto de España los datos no son tampoco positivos ya que en junio se crearon 8.334 empresas, un 10,3% menos que el año pasado. La nota menos negativa está en la disolución de compañías: 1.428, un 2,7% por debajo de las que se liquidaron en ese mes del 2016. Euskadi, en ese sentido, se sitúa incluso mejor que la media nacional ya que sólo perdió 82, lo que equivale a un 6,8% menos que el anterior ejercicio.

Aunque cada vez son menos frecuentes, las trabas a las exportaciones españolas en su principal mercado, la Unión Europea, ascienden a 553, a pesar de la existencia de un mercado único. En el caso de mercancías, Francia detenta casi la mitad. Las compañías españolas detectaron en Francia un 45,1% de las trabas comerciales para mercancías (116 obstáculos). Entre las trabas detectadas, destaca que en muchos casos no aceptan las certificaciones obtenidas en España, exigen nuevas licencias o etiquetados diferentes. En el caso de la exportación de servicios, el porcentaje de obstáculos desciende a 25%, pero continúa siendo el más alto, junto con Alemania. Los datos se desprenden del informe elaborado por la patronal empresarial CEOE y el Instituto de Comercio Exterior (ICEX) para la identificación de problemas de las empresas españolas en el Mercado Único europeo, y revelan que hay obstáculos, pero cada vez menos.

Aunque a «velocidad más prudente», la industria vasca avanza con «una progresión más sólida y menos volátil». Esa «evolución positiva» que arrojan los datos del primer semestre es la que invita a «ser cada vez más optimistas sobre el resultado global al finalizar 2017». Así lo expuso ayer la Cámara de Comercio de Bilbao en su boletín ‘Egoera’, en el que dibujó un horizonte esperanzador de la economía de Euskadi. Para su conclusión se apoyó en el análisis concreto del sector en Bizkaia, estratégico para el crecimiento del PIB. El énfasis lo pone la Cámara de Comercio en el «dinamismo del mercado exterior», que ha permitido que las ventas industriales sigan al alza. No en vano, en el bimestre de mayo y junio su incremento pasó del 40% al 52% si se compara con el mismo periodo de 2016, según su Encuesta de Coyuntura Industrial.

Comisiones Obreras (CC OO) publicó ayer un balance de cómo han cambiado los contratos que se hacían antes de que estallara la crisis en 2008 y los que se hacen en la actualidad. La principal conclusión que se observa es que los contratos con jornadas parciales han proliferado mucho más que los de jornada completa.  En concreto, CCOO compara los contratos registrados en los siete primeros meses de 2007 con los firmados entre enero y julio del presente año, resultando que el mayor empeoramiento de la calidad ha venido del tipo de jornada. De hecho, en estos diez años analizados el único tipo de contrato que ha aumentado es el que se hace a jornada parcial, ya sea de forma indefinida o temporal. Estas contrataciones han aumentado un 37,4%, frente a una caída del 19,4% de los contratos a jornada completa.

Antes, la «perspectiva neoliberal» defendía que en materia económica «las intervenciones, tanto negativas (en forma, por ejemplo, de corrupción), como positivas (actuaciones bondadosas) generan distorsiones e ineficiencias», explica José Luis Retolaza, presidente en España del European Business Ethics Network (Eben) y profesor de la Deusto Business School. Con esta manera de entender el mundo, la rentabilidad era un indicador de que las cosas funcionaban de manera ética. Pero «cuando llega la crisis se ve que esto hace agua». Todos caen en la cuenta de que el mercado necesita de una mayor intervención, tanto en lo legal como en lo voluntario. «Es en este último aspecto en el que se enmarca el tema de los códigos éticos», apunta Retolaza. Se trata de una normativa interna de la que se han dotado la gran mayoría de las grandes empresas. Además, que «hayan surgido como setas casos de corrupción» anima a las firmas a tratar de marcar distancias con regulaciones ejemplares.

Sin fisuras con el turismo y en contra de los «extremistas radicales». Mariano Rajoy aprovechó el tradicional despacho veraniego con el Rey en el Palacio de Marivent para lanzar un mensaje de máximo respaldo a un sector económico que, recordó, sigue generando empleo y riqueza. La campaña de las juventudes de la CUP, Arran, contra intereses turísticos, con sabotaje incluido a un autobús en Barcelona, y su extensión a Euskadi con la manifestación apoyada por Sortu el próximo día 17 en San Sebastián han abierto un encendido debate sobre la masificación del actual modelo. En ese clima, el presidente del Gobierno lamentó que el Ejecutivo catalán se haya «entregado en manos de la gente más extremista y radical que ha habido en España en decenas de años», en referencia a la CUP.

El coordinador general de EH Bildu rechazó ayer el uso de la violencia para protestar contra el modelo turístico. En plena polémica por las acciones llevadas a cabo contra el sector en Cataluña y en Euskadi por las juventudes de la CUP y de Sortu, respectivamente, Arnaldo Otegi compareció en San Sebastián para aclarar que la izquierda abertzale «no está en contra del turismo» y marcar distancias con los actos violentos de las últimas semanas en Barcelona y Mallorca. El dirigente de EH Bildu afirmó que defender un debate sobre el modelo turístico «no es estar en su contra». «Es una fuente de riqueza que tiene un peso importante en el PIB vasco –el año pasado supuso el 5,8%– y en el guipuzcoano», reconoció.

El 60% de los ocupados estaría dispuesto a cambiar de país de residencia por un puesto de trabajo que no encontrase en España, según un análisis sobre la percepción que tienen los profesionales acerca de la emigración por motivos laborales elaborado por Randstad y difundido ayer. Así, más de 11 millones de trabajadores españoles emigrarían con el objetivo de conseguir en el extranjero una plaza específica que no hallasen en su entorno. La consultora determina que, a menor edad, mayor es la disponibilidad para emigrar. En concreto, los menores de 25 años son los trabajadores más predispuestos a la movilidad internacional. El 69% de los ocupados menos experimentados está dispuesto a irse de España.

La biofarmacéutica norteamericana Asklepios ha decidido ubicarse en el parque tecnológico de Miramon porque en su entorno radican compañías y centros tecnológicos de primer orden en el mundo ‘bio’, un sector que despunta sin apenas hacer ruido. Sin embargo, para quienes saben del asunto, como esta firma de Carolina del Norte, esta labor callada no ha pasado desapercibida. Asklepios Biopharmaceutical ha elegido Miramon tras sopesar otras localizaciones internacionales. La firma invertirá 7 millones de euros en la nueva sede. Su especialización es el desarrollo de terapias genéticas y vectores virales. Poco más se sabe de una iniciativa empresarial que fue desvelada a medias el pasado viernes por la consejera Arantxa Tapia, quien se limitó a indicar que San Sebastián iba a acoger en septiembre «una nueva inversión importante».

Los autores analizan las comparecencias en el Pacto de Toledo y sus aportaciones para la próxima reforma de un sistema de pensiones cada vez más presionado por el déficit estructural de la Seguridad Social y el envejecimiento de la población. “El debate tiene que traducirse cuanto antes en medidas efectivas y con miras al largo plazo”, aseguran.