20180701

El IV Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) alcanzado el lunes entre CEOE, Cepyme, CC OO y UGT en Madrid puede servir, según los sindicatos firmantes, de revulsivo para reactivar la negociación colectiva en Euskadi. Sin embargo, tanto la patronal vasca, Confebask, que está integrada en la CEOE, como las centrales nacionalistas enfrían dichas expectativas e incluso las meten en el congelador, ya que defienden que la realidad vasca es otra y que incluso, en muchos aspectos, los contenidos de los convenios que se suscriben en la CAV superan lo establecido en el acuerdo estatal. Aunque no siempre es así, como ocurre con la subida salarial pactada en Gipuzkoa hasta abril –últimos datos oficiales–, que se queda en el 1,4%, lejos del 2% recomendado en la parte fija por el acuerdo estatal, que suma otro 1% variable. Con todo, los últimos acuerdos sectoriales, que aún no figuran en las estadísticas del CRL, elevan esa cuantía por encima del 2%.

El presidente del CRL, Tomás Arrieta, considera que el Acuerdo estatal para el Empleo y la Negociación Colectiva debería servir para agilizar la negociación colectiva en Euskadi, además de convertirse en una «referencia útil». Aunque es consciente que la realidad vasca es distinta, partiendo de mayorías sindicales distintas.

El Gobierno español que lidera el socialista Pedro Sánchez no ha tardado en recordar que es necesario aumentar los ingresos fiscales para mantener una maquinaria de gasto público que no deja de crecer. Y una de las primeras propuestas que ha puesto sobre la mesa es aumentar el impuesto que grava a bs combustibles, en concreto el impuesto sobre el gasóleo. Hasta ahora el carburante de los motores diésel tenía un menor impuesto que el de las gasolinas. Una medida cuyo único sentido, con raíces históricas, era no lastrar a los transportistas en un Estado como el español donde la gran mayoría de las mercancías se mueven por carretera. Según la Asociación de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), que dirige el que fuera máximo responsable de la refinería de Petronor, Andreu Puñet, «un aumento de la tributación sobre los carburantes puede perjudicar gravemente la competitividad internacional de muchos sectores económicos » ya que, según recuerda Puñet, «la única vía de acceso es por carretera».

El rey de Arabia Saudí, Salman bin Abdelaziz, confirmó ayer sábado su compromiso para aumentar la producción de crudo después de la petición que le realizó del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Previamente el mandatario norteamericano, a través de su cuenta de Twitter, anunció que el monarca saudí había aceptado su petición de aumentar la producción de petróleo «tal vez en hasta dos millones de barriles» al día para compensar «el caos y la disfunción» en Irán y Venezuela. En su cuenta Trump señaló que «¡Los precios son demasiado altos! ¡Él ha accedido!» en referencia al rey saudí. El anuncio se produce después de que ambos mandatarios mantuvieron una conversación telefónica en la que el monarca saudí manifestó el compromiso de los países productores a «hacer esfuerzos» para compensar «cualquier potencial déficit de suministro», informó la agencia oficial saudí, SPA.

La expansión del empleo en los países de la OCDE viene acompañada del aumento del número de puestos de trabajo en sectores poco productivos, muchos de ellos en el sector servicios. La OCDE constata que los salarios cada vez reciben menos parte de la riqueza creada.

No representan una novedad, porque nacieron hace ya muchos años, pero han dejado de ser un elemento extraño en el panorama laboral vasco y, a caballo de la recuperación económica, ahora incluso proliferan. Múltiples empresas de todo tipo –multinacionales y locales, grandes y pequeñas, del metal, la aeronáutica o en particular el sector químico–, aplican los denominados ‘turnos antiestrés’ o ‘ecológicos’, concebidos para minimizar las penalidades que ocasiona el trabajo por turnos: alteraciones de sueño, trastornos alimentarios y, sobre todo, dificultades para conciliar la vida laboral y la familiar, con sus secuelas de malestar físico y psíquico. Todos ellos elementos que repercuten negativamente en el desarrollo del trabajo, en su calidad y en su productividad. Miles de trabajadores vascos ya tienen estos horarios.

El potencial aumento de aranceles en EE UU a los vehículos importados y la falta de certezas en las negociaciones de Reino Unido en su proceso de salida de la UE tienen de cabeza a la industria del automóvil estadounidense, europea y japonesa. Todos, excepto los fabricantes chinos — mucho más centrados en los mercados emergentes— van a sufrir un duro varapalo tanto si aumenta el proteccionismo en EE UU como si el Brexit acaba siendo un duro divorcio. Diferentes informes y declaraciones de esta pasada semana dan cuenta de la crisis que afrontará el sector automovilístico si se impone un arancel del 25% a los coches que entren al mercado estadounidense, o si las marcas que fabrican en Reino Unido perdiesen de golpe y porrazo las ventajas del mercado único europeo.

Firmas como BBVA o Santander están consiguiendo grandes beneficios no por su actividad en el mercado nacional sino por su creciente presencia en el extranjero, en general, y en México en particular. Y así ocurre en buena parte de las 5.800 compañías –no solo multinacionales, sino también medianas empresas– que se han ido instalando en un mercado con 127 millones de habitantes y que tiene mucho vigor. El gran desconocido mexicano se la juega hoy con la celebración de unas elecciones presidenciales que no suponen un paso rutinario en la democracia mexicana. El pronosticado triunfo de Andrés Manuel López Obrador, un candidato de izquierdas que ha levantado suspicacias entre la patronal, lleva a los propietarios de las compañías españolas a estar pendientes no tanto de la victoria de su plataforma ‘Morena’, sino de las medidas que vaya a ejecutar con respecto a las promesas electorales, que se han ido desinflando a medida que se acercaba la cita ante las urnas este 1 de julio.

La secretaria general del PSE de Araba, Cristina González, criticó ayer que el PNV,  tras la reunión mantenida por el lehendakari, lñigo Urkullu, con el presidente español Pedro Sánchez, sobre el desarrollo de las transferencias a Euskadi, «intentara pactar con EH Bildu para tratar de romper la caja única» de la Seguridad Social. Advirtió de que, «aunque Juego ha tenido que dar marcha atrás», los socialistas «no van a permitir la ruptura de la caja de la Seguridad Social ni en España ni en Euskadi».

Los vertiginosos acontecimientos en la política estatal de los últimos meses han dejado a algunas formaciones desubicadas y han encendido los ánimos de otras. El PNV, situado como nunca antes en el epicentro de este torbellino que ha acabado con la vida política de un presidente del Gobierno y ha aupado a otro en su lugar de forma totalmente inesperada, hizo ayer su particular balance y consideró que todo ha sido para bien. Una vez se ha asentado el polvo en el suelo, el horizonte que se abre para Euskadi es más que ilusionante. Así lo afirmó el presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, quien instó a «aprovechar esta nueva ventana de oportunidad para dar un impulso político y económico a Euskadi».