2018: Retos y desafíos

Artículo del presidente de Confebask Roberto Larrañaga en El Correo y El Diario Vasco

Roberto Larrañaga, presidente de Confebask

Roberto Larrañaga, presidente de Confebask 

Recientemente teníamos la oportunidad de presentar las estimaciones económicas de Confebask en Euskadi para el año que está a punto de comenzar. Y afortunadamente, creemos que hay buenas noticias: prevemos que 2018 será el quinto año consecutivo de crecimiento de nuestra economía y aumento del empleo en cifras que, además, consideramos importantes.

Pero es evidente que quedan desafíos pendientes, además de los habitualmente comentados como la defensa del Concierto Económico y el Cupo, la mejora de la inversión en I+D, la internacionalización o una mayor dimensión empresarial entre otras.

El primero de esos retos  tiene que ver con preservar a medio y largo plazo la estabilidad política e institucional de la que vienen haciendo gala las instituciones públicas en Euskadi y que se ha convertido en “marca de la casa”. Esa colaboración y pacto entre diferentes sensibilidades ha permitido mantener una línea estratégica firme de actuación en materias tan importantes para la competitividad de nuestras empresas y de nuestra sociedad como la política económica e Industrial, la Educación o el modelo vasco de Formación Profesional, por poner sólo algunos ejemplos.

El de la Formación y el empleo juvenil  es, precisamente, el segundo gran reto. Las empresas vascas muestran una preocupación creciente por la dificultad para encontrar personas suficientes con la formación adecuada a sus necesidades. Tras el descenso en la rentabilidad de las ventas, éste es el segundo gran motivo de inquietud para nuestras empresas… y subiendo. De ahí, el enorme impulso del modelo vasco de formación dual que estamos trabajando conjuntamente con Gobierno Vasco, Centros de Formación Profesional y universidades.

Y el tercer reto al que hoy me gustaría dedicar un espacio de reflexión tiene que ver con el logro de unas relaciones laborales colaborativas dentro de la empresa, en donde se abandone el esquema de confrontación que algunos insisten en agitar.

La nueva cultura de empresa propuesta por Confebask se está abriendo camino en Euskadi y tiene su reflejo en una conflictividad laboral que, a pesar del repunte de este último año, es hoy en día la tercera parte de la que ha existido - de media -  en los últimos 15 años  y circunscrita mayoritariamente a servicios vinculados con el sector público.

Sin duda, y siempre decimos lo mismo, seguro que hay cosas que mejorar. Pero para hacerlo se antoja imprescindible huir de mensajes “apocalípticos” que ofrecen una imagen  distorsionada de  la realidad vasca,  aprovechada para justificar posiciones sin margen alguno  para el acuerdo, y con violentos ataques verbales que denigran al colectivo empresarial en Euskadi, contribuyendo a una crispación “pública” en los medios de comunicación que no se corresponde con lo que se vive ni en las empresas ni en la sociedad vasca.

Y para muestra, un botón. En  2017, hemos llegado a acuerdos  en todos los convenios cuya firma no ha podido ser bloqueada por quienes se arrogan el título de “mayoría sindical”. Son los mismos que  hablan permanentemente de “confrontación” y “conflicto”. Esa realidad  demuestra quién tiene voluntad de entenderse y quién no. Nosotros estamos dispuestos a intentarlo cuantas veces haga falta. Aunque nos insulten. El reto merece la pena.