Retos de las nuevas tecnologías en la gestión de personas y el proyecto Technos

Retos de las nuevas tecnologías en la gestión de personas y el proyecto Technos

Resumen de la ponencia de Salvador del Rey, Catedrático de Derecho del Trabajo y Presidente del Instituto Cuatrecasas de Estrategia Legal en RRHH

Salvador del Rey

Salvador del Rey

El Instituto Cuatrecasas de Estrategia Legal en RRHH del que el profesor Salvador del Rey es el Presidente desde su creación hace una década, viene desarrollando desde 2016 el proyecto TECHNOS. Se trata de un estudio sistemático del impacto de las nuevas tecnologías sobre tres ámbitos: el mercado de trabajo, la gestión de RRHH y el marco regulatorio laboral. Hasta el presente, el Instituto ha estudiado  la repercusión en estos tres ámbitos: las redes sociales, Internet de las cosas, robótica e inteligencia artificial. Ya en el otoño próximo acometerá el estudio referido a Blockchain y economía colaborativa para culminar el primer semestre de 2019 con una síntesis de todo lo hecho.

Pues bien, son las conclusiones que se derivan de este proyecto TECHNOS las que el profesor del Rey desarrolla en su ponencia que comienza por identificar los cuatro grandes vectores que, a su juicio, están cambiando el mundo.

  • La persistencia de los ciclos económicos que periódicamente pasan de momentos de auge a momentos de crisis. Por eso, señala el profesor del Rey, en momentos de prosperidad como el presente, es necesario mantener el instrumental jurídico que favorece la adaptabilidad de las empresas en los momentos de crisis que, inevitablemente, van a seguir llegando.
  • Una globalización contradictoria que si, por un lado, favorece la externalización a países de bajo coste, por otro lado, los últimos desarrollos, por ejemplo, de la fabricación aditiva, exigen el acercamiento del diseño, la producción y la distribución lo que favorece el retorno de muchas empresas e inversiones.
  • La demografía con una fuerte tendencia mundial al envejecimiento que genera tensiones en las pensiones o en la falta de personal cualificado y, de otro lado, plantea problemas nuevos como los derivados de la presencia de cuatro generaciones en la misma empresa.
  • La irrupción de las nuevas tecnologías y que constituye el primero de los vectores por su capacidad disruptiva, no solo de cada una de las tecnología independientemente consideradas, robótica, IA, etc, sino, sobre todo, y esto es la característica esencial de los entornos 4.0, porque estas tecnologías interactúan y se retroalimentan entre sí, tanto en su potencialidad como en sus efectos.

Como consecuencias de este fenómeno, el profesor Salvador del Rey expuso lo que consideraba que podrían ser las consecuencias más relevantes:

  • La velocidad exponencial del cambio que hace muy difícil predecir el futuro, incluso el más cercano.
  • La consecuente imprevisibilidad de los efectos potenciales en la creación o destrucción de empleo dado de que existen elementos para mantener un moderado optimismo, aunque las pérdidas de algunos puestos de trabajo parecen inevitables y los procesos de adaptación son siempre dolorosos.
  • La universalización de los efectos de este fenómeno a todos los países, regiones, sectores, empresas, etc.
  • El cambio sistémico que va a producir en la tradicional interacción entre los modelos de negocio, la organización del trabajo y el marco regulatorio.

Ya centrado en el ámbito regulatorio, el profesor del Rey hace un sistemático examen de las distintas propuestas de modificación de la regulación laboral que se están planteando en la actualidad y lo hace a la luz de las conclusiones que se deducen del proyecto Technos.

El primero que plantea es la posibilidad de imponer impuestos o cotizaciones a los robots que considera contraproducente porque, no solo no tiene sentido gravar a un robot y no una lavadora, por ejemplo, sino porque va a suponer una limitación relevante a la innovación y la competitividad que, estos factores sí, van a tener efectos negativos en el empleo.

Respecto a la contratación en la que se barajan tanto una mayor limitación de figuras contractuales como una mayor restricción de la contratación temporal, el profesor del Rey llama la atención sobre el fuerte contraste con la tendencia a una mayor diversificación de relaciones personales, una proliferación de autónomos o de “freelancers” en todo el mundo y la tendencia a trabajar por proyectos.

Pero simultáneamente y de forma aparentemente contradictoria, nos encontramos que las derivaciones propias de cada tecnología en su aplicación concreta a cada empresa, van a resultar en el auténtico meollo de la misma por lo que su especial cuidado va a propiciar, seguramente, la proliferación de cláusulas de no competencia o, incluso, de permanencia.

En otro orden de cosas, es evidente que las nuevas tecnologías están desmaterializando tanto el lugar como el tiempo de trabajo facilitando una conectividad permanente desde cualquier lugar que, por un lado, se trata de limitar con los derechos de desconexión pero que, por otro lado, también generan sus propios problemas derivados de aquellos colectivos que necesitan de una conexión permanente que, a su vez, genera dudas sobre la disponibilidad o indisponibilidad contractual de este elemento.

Asimismo, ofrecen un fuerte contraste los modernos modelos de autogestión del tiempo de trabajo con la pretensión de volver a imponer el control horario de entradas y salidas. Además, la clasificación profesional está siendo profundamente modificada en la redefinición de funciones o en la constante modificación funcional y la correspondiente exigencia de cualificación permanente.

Las nuevas tecnologías potenciarán la subcontratación, técnica y de todo tipo, que se convierte así en algo consustancial a la competitividad empresarial y que se ve ahora amenazada por las propuestas de restricción del actual art 42 del ET intentando atajar abusos puntuales que se producen en algunos sectores con medidas que pueden comprometer el futuro de todo el tejido empresarial.

Salvador del Rey aborda asimismo, el impacto de la IA tanto para determinar, en el caso de que se comparta, si existe o no grupo de empresas a efectos laborales o en los casos de sucesión de empresa en el que la transmisión de la IA desarrollada por la empresa tenga probablemente más peso que valores tradicionales como locales, muebles, etc.

Por su parte, en la terminación de contrato las causas tecnológicas está llamadas a tener un papel cada vez más relevante tanto en los despidos colectivos como en el caso de las inadaptaciones individuales correlacionadas éstas últimas con la obligación, no solo el derecho, del trabajador a cualificarse.

Los derechos colectivos van a quedar afectados en opinión de Salvador del Rey. El número de trabajadores que surjan de la automatización de una planta determinará la composición de la RLT o el ejercicio del derecho de huelga en un entorno en el que las máquinas no paran.

Al final, es la función misma del sindicato la que tendrá que redefinirse a la luz de la posibilidad que las nuevas tecnologías abren para establecer una línea directa de la empresa con cada uno de sus empleados.

En ese sentido, la negociación colectiva puede verse afectada, concretamente, por la IA que puede proponer acercamientos entre las posturas de las partes y hasta planteamientos de posibles acuerdos en cuestión de segundos.

También las tecnologías pueden afectar a los derechos fundamentales de la persona, no solo en su fuerte contraste con la protección del derecho a la intimidad, sino también con posibles derivados de la objeción de conciencia tecnológica de quienes se niegan a trabajar con alguna tecnología o, por ejemplo, se niegan a recibir órdenes de las máquinas.

Los derechos fundamentales no son solo una cuestión de preocupación jurídica sino que pueden tener unas repercusiones prácticas enormes. Así, precisamente la menor protección de estos derechos, particularmente el de intimidad, en China, puede determinar enormes avances en la IA que precisamente se alimenta de datos.

Finalmente, plantea Salvador del Rey, sus dudas sobre la conciencia plena que las Administraciones públicas puedan tener sobre las implicaciones profundas de las nuevas tecnologías lo que va a hacer del todo necesario una mayor colaboración público privada para hacer una adaptación tecnológica socialmente responsable, esto es, que incluya en sus efectos positivos a la mayor parte posible de personas a la vez que se apoya a quienes puedan quedar desplazados.