Una treintena de empresas vascas ha participado en un proyecto pionero sobre conciliación del Gobierno Vasco con el apoyo de Confebask

  • El departamento de Empleo y Políticas Sociales reconoce a Confebask su labor en el proyecto Kontzilia 30
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Amaia López Iriondo y Virginia Múgica de Confebask, recogen la acreditación de manos de la consejera del Gobierno Vasco Beatriz Artolazabal

2019-06-06

El proyecto Kontzilia30 ha sido puesto en marcha por la dirección de Política Familiar y Diversidad del Gobierno Vasco con el apoyo de Confebask. Y en él, han participado 30 empresas, 10 por territorio histórico. Todas ellas tienen una experiencia diferente con las medidas de conciliación y se enmarcan en sectores diferentes. En este proceso, a lo largo de diez meses de trabajo, se ha acompañado a estas organizaciones en el análisis, desarrollo y mejoras de medidas de conciliación de la vida personal, familiar y laboral.

 

Confebask

En la presentación del balance de este proyecto pionero han estado, por parte de Confebask, Virginia Múgica y Amaia López Iriondo, que recibieron un certificado acreditativo de su colaboración. En su opinión, las empresas que han participado en este proyecto han salido “muy satisfechas, lo que nos da pie a pensar que este proyecto tendrá continuidad y acabará consolidándose. Y ésa es nuestra misión: que la política de conciliación sea uno de los elementos clave en este modelo de Relaciones Laborales que estamos impulsando, decididamente, desde Confebask y nuestras asociaciones miembro: Adegi, Cebek y Sea”.

Por que en definitiva, recuerda Amaia López Iriondo, “lo que quieren las empresas vascas es generar un clima de confianza y mutuo compromiso, conscientes de que eso contribuye a la retención y generación del talento y, consecuentemente, mejora notablemente su competitividad.

Por su parte, en este acto de presentación de las conclusiones de Kontzilia30, la consejera Beatriz Artolazabal ha indicado que “no debemos perder de vista que la conciliación de la vida personal, familiar y laboral exige implicación y compromiso mutuo, y es corresponsable. Es un proceso vivo que ha de adaptarse a las necesidades de la plantilla en cada empresa y a las necesidades productivas de la compañía. Es una realidad constatada que una plantilla satisfecha genera beneficios de imagen, de identificación, de compromiso, de eficacia y de retención del talento”.