Evolucion del tejido empresarial en la CAV. Junio 2016

Junio 2016

Lo más destacable

  • Tal y como viene sucediendo en los meses de junio de los últimos años, el número de empresas inscritas en la Seguridad Social en el País Vasco se redujo en 364 empresas, si bien dicha bajada fue menor que la que tuvo lugar en junio de 2015, cuando la caída fue de 396 empresas. Junio finalizó con 58.719 empresas, 516 más que un año antes, con un crecimiento interanual del 0,9%, una décima más que en mayo.
  • En junio bajó el número de empresas en Araba y Bizkaia, y subió ligeramente en Gipuzkoa. Respecto a junio de 2015, crece el número de empresas en los tres territorios, con un ritmo de subida interanual más intenso en Araba (1,3%) y Gipuzkoa (1,2%), que en Bizkaia (0,8%).
  • El número de autónomos creció en junio en Euskadi en 60 personas, sumando un total de 174.285. Este aumento es inferior al de junio de 2015, cuando creció en 264 personas. En términos interanuales se produce, por cuarto mes consecutivo, un ligero descenso del número de autónomos, de 418 personas. Desde el mínimo de agosto de 2013 sólo se han recuperado 2.933 de los 18.444 autónomos perdidos en la crisis.
  • El número de empresas en procedimiento concursal fue de 78 en el primer trimestre de 2016, un 22% menos que en los tres primeros meses de 2015, siendo el mejor dato para un primer trimestre desde 2008. Por sectores, la mayor caída del número de empresas concursadas se dio en servicios (-25%), seguido de industria (-16,7%), y construcción (-15%).
  • Por tanto, en junio ha bajado el número de empresas, y ha crecido ligeramente el de autónomos, si bien a un ritmo muy débil, e inferior al logrado en mayo de 2015. La evolución de ambas variables en el acumulado de los seis primeros meses es peor que en el mismo período de 2015. Por su parte, la evolución del número de empresas concursadas sigue mejorando sus datos trimestre a trimestre, al continuar cayendo con intensidad, si bien todavía presenta valores superiores a los niveles pre-crisis.
  • Los datos de evolución del número de empresas mantienen una tendencia débil, así como los referidos al número de autónomos, que sigue estancado. Todo ello revela las dificultades existentes para poder recuperar en un plazo de tiempo razonable el tejido empresarial perdido durante la crisis, poniendo de manifiesto la necesidad de impulsar iniciativas y planes que favorezcan la reactivación económica y, con ella, la creación de empresas, y que a la vez sean capaces de elevar su competitividad, de manera que tenga mayor impacto la aportación de las empresas al crecimiento económico y del empleo.