Confebask critica la decisión del Gobierno Vasco de recuperar para sus funcionarios la semana laboral de 35 horas

Confebask ve un contrasentido que el ejecutivo vasco quiera destinar a esa medida casi 8 millones de euros cada año mientras, en el actual contexto de paro y crisis económica, pide a la empresa privada que invierta y genere empleo.

2016-02-03

Confebask no entiende que el gobierno vasco decrete la vuelta a la semana laboral de 35 horas, en un momento en el que ese debate no está presente, ni siquiera en las economías europeas de referencia, como Francia. Entre otras cosas, porque la gravedad de la crisis y las incertidumbres a medio y largo plazo no discutidas por nadie, impiden lanzar las campanas al vuelo.

En ese sentido, sorprende que mientras de una parte, el propio gobierno vasco reconoce que ‘2016 puede ser un año complicado porque se mantienen incógnitas’, de otro lado libere cada año 7’8 millones de presupuesto público para reducir la jornada laboral a 70.000 empleados públicos sólo por el hecho de tener esa condición laboral, sin hablar de mejorar la productividad o de un mejor aprovechamiento de sus funciones.

Confebask no comparte la decisión del gobierno vasco porque entre otras cosas, entiende que no es un buen ejemplo para la sociedad. En un momento en el que, mientras a empresarios y trabajadores del sector privado se les pide un esfuerzo añadido para, en las actuales condiciones de incertidumbre, garantizar y crear empleo, sorprende que el ejecutivo de Gasteiz recupere una medida pactada hace 15 años (año 2000), ampliamente superada por las circunstancias de una crisis brutal que exige nuevos retos y desafíos; y que, desde nuestro punto de vista, en ningún caso pasan por trabajar menos horas.

La patronal vasca no entiende que, en un contexto de desempleo como el actual y mientras a la mayoría se le exige esfuerzo e inversión, el gobierno vasco en su ámbito de actuación apueste por este decreto. Y dedique casi 8 millones de euros anuales de presupuesto público a sufragar una reducción de horas, en lugar de reforzar todavía más el impulso de políticas que generen una mayor reactivación de la economía y consecuentemente, del empleo.