20161217

El último informe de Confebask sobre la evolución en la creación de empresas también invita al optimismo. La patronal vasca registró en noviembre un total de 59.047 compañías inscritas en la Seguridad Social, la cifra más alta desde 2012. Álava, con un 1% más, se apuntó el mayor crecimiento respecto a noviembre de 2015, seguida de Gipuzkoa (0,9%) y Bizkaia (0,6%). El número de autónomos también creció el mes pasado (498 personas), llegando a los 173.560, si bien la subida fue menos intensa que la experimentada hace un año. Desde el mínimo de agosto de 2013, sólo se ha recuperado 2.208 de los 18.444 autónomos perdidos en la crisis.

Kutxabank ha acordado con las patronales vascas, Cebek, SEA y Adegi, la puesta en marcha de la cuarta edición del programa ‘Makina Berria’, destinado a financiar la renovación de la maquinaria productiva de las empresas y que ha ampliado su dotación hasta los 2.000 millones de euros, la más elevada hasta el momento. Los presidentes de las tres patronales, Iñaki Garcinuño (Cebek), Pascal Gómez (SEA) y Pello Guibelalde (Adegi), destacaron la importancia del plan para impulsar la competitividad de las empresas y, en consecuencia, la creación de empleo. ‘Makina Berria’ ofrece condiciones especiales de financiación para las compañías asociadas a las tres patronales, con un tipo de interés máximo del euríbor a 12 meses más el 2%, junto con la posibilidad de contratar operaciones a tipo fijo a cinco años, según la vinculación de las firmas con la entidad financiera.

El PSOE ha puesto en marcha una estrategia para derogar por etapas la reforma laboral, que aprobó el Gobierno en 2012. Esta es una de las conclusiones que han extraído los socialistas del apoyo mayoritario del Congreso de los Diputados a la Proposición no de Ley que presentaron el pasado martes, día 13, pidiendo al Gobierno la derogación de la reforma laboral. Con esta táctica los socialistas pueden conseguir derogar algunos puntos de la ley del Gobierno, dada la fragmentación de la Cámara. . Así, el PSOE espera obtener  el apoyo de toda la izquierda el próximo martes cuando presente en el Pleno del Congreso de los Diputados una Proposición de Ley para «garantizar la igualdad en las condiciones laborales de los trabajadores subcontratados» respecto a los que trabajan en la empresa principal o en el sector. O bien que todas las personas que trabajan en una misma compañía tengan las mismas condiciones laborales y, por tanto, salariales, si tienen idénticas funciones y responsabilidades.

En la agenda del Ministerio de Empleo para esta legislatura figura la posible puesta en marcha de un fondo de capitalización individual de los trabajadores, que se mantendría a lo largo de toda la vida laboral y que se haría efectivo en los supuestos de despido, movilización geográfica y de desarrollo de actividades de formación o incluso en la jubilación si no se ha agotado antes. Aunque no se habla expresamente del ‘modelo austriaco’, esta es la referencia que planea sobre la propuesta, que figuraba en el acuerdo de investidura alcanzado entre el PP y Ciudadanos. los sindicatos vascos ven prácticamente inviable que se pueda implantar dicho modelo. Por su parte, la patronal vasca prefiere no pronunciarse al respecto hasta que haya sobre la mesa un proyecto concreto.

En Euskadi nadie se está tomando muy en serio aquello que dijo la ministra esta semana de que hay que potenciar el salir del trabajo antes de las seis de la tarde. Esta desconfianza llega no porque los agentes sociales no estén de acuerdo con la tesis, sino porque interpretan que Fátima Báñez lanzó esa declaración de intenciones de manera vacía. Es decir, de un modo más voluntarista que práctico. Pero, ¿realmente se puede bajar la persiana de Euskadi a las seis de la tarde? En la patronal Confebask es tanto el escepticismo que rechazan pronunciarse sobre el asunto y se remiten a su nuevo ‘Modelo de relaciones laborales’, un texto que de manera genérica apuesta por la «flexibilidad negociada y pactada» y la «conciliación personal y profesional». Sin embargo, en el mundo empresarial vasco no le ven muchas vueltas al asunto porque, ya ahora, no hay norma que impida salir a las seis de la tarde, de manera que si no se toma esta medida es porque no se puede o porque no interesa.

El decreto de medidas tributarias y sociales aprobado por el Gobierno el pasado 2 de diciembre, en realidad una subida de impuestos en toda regla, genera un nuevo foco de incertidumbre para la actividad empresarial y afectará de forma negativa a las inversiones previstas o futuras. Así, repercutirá tanto a las compañías españolas como a las extranjeras que quieran incorporarse a nuestro mercado, según las principales patronales sectoriales del país. CEOE se muestra tajante al valorar de forma negativa decisiones como la subida del Salario Mínimo Interprofesional en un 8 por ciento, el alza en las cotizaciones sociales o los cambios in extremis en Sociedades.

Los datos hechos públicos ayer por el INE confirman que la recuperación económica no se ha trasladado al bolsillo de los trabajadores. Los salarios llevan seis años estancados en Euskadi y en los últimos doce meses han bajado cerca de un punto. Las empresas vascas pagan por cada trabajador 2.175 euros al mes -incluidas horas y pagas extras-, 375 euros más que la retribución media en el Estado. En el tercer trimestre, pese a la tendencia a la baja, la CAV vuelve a ser el territorio con los salarios más altos del Estado recuperando una primera posición que en los últimos meses había cedido a la Comunidad de Madrid. La encuesta trimestral sobre costes laborales del INE constata que, a pesar de los avances de la economía en términos macro, el grueso de los trabajadores cobra lo mismo o menos que en lo más hondo de la crisis. Uno de los motivos del estancamiento es el escaso alcance de la negociación colectiva.

El coste laboral medio por trabajador y mes descendió un 0,5% en el tercer trimestre respecto al mismo periodo del año anterior, y se sitúa en 2.444,80 euros. Se trata de la mayor caída del coste laboral, que incluye las remuneraciones y las cotizaciones sociales, desde el cuarto trimestre de 2014, según informó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE).  De esta forma, el coste laboral encadena este año tres trimestres consecutivos en negativo, después de descender un 0,2% en el primer trimestre, y un 0,1%, en el segundo. El dato refleja también el crecimiento de la productividad media en las empresas y en el conjunto de la economía. La evolución de los costes laborales está muy por debajo del crecimiento del PIB, que está previsto que termine este año con un incremento del 3,2%, y de la inflación. Los precios están creciendo un 0,7% en tasa interanual.

Falta un mes para que 2016 eche el cierre, y esta vez sí, parece que la recaudación de los territorios vascos se encamina a cumplir con el objetivo de ingresos previsto para este ejercicio. Bueno, mejor dicho, tendríamos que apuntar que la dirección es la correcta para alcanzar la previsión revisada en octubre y que redujo en 453 millones la primera estimación. Aun así, cada cual deberá realizar un esfuerzo final para cuadrar las cifras en el último mes del año, ya que el incremento con el que se cerró noviembre se encuentra todavía a 54 millones del objetivo marcado para final de año por los tres territorios vascos. A falta 31 días para dar carpetazo a 2016, Euskadi ha recaudado 11.758,8 millones de euros, un 3,14% más que en 2015, a dos décimas del crecimiento del 3,3% establecido en el Consejo Vasco de Finanzas del pasado mes de octubre.

El último Informe Mundial Sobre Salarios elaborado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) pone negro sobre blanco las desigualdades más acentuadas del mercado laboral español. Entre ellas, que el 76 por ciento de los trabajadores españoles  cobra un salario inferior al que reciben, de media, sus compañeros de empresa. El hecho de que tres de cada cuatro empleados de la misma compañía sean remunerados con un sueldo menor al salario medio de la misma «muestra claramente las desigualdades entre unos y otros», según denunció una de las autoras del informe, Rosalía Vázquez-Álvarez, durante la presentación de los datos en la sede madrileña de la OIT.

La reducción de la deuda pública será más lenta de lo previsto. De hecho, tardará más de 20 años en pasar del 100% del PIB actual al 60% que contempla como objetivo la Ley de Estabilidad. En concreto, esa cifra no se alcanzará hasta 2039, según las estimaciones de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) publicadas ayer. Esto supone un desfase de 19 años respecto a la meta de conseguir ese descenso de 40 puntos de PIB (más de 40.000 millones) en 2020 que establece dicha normativa. Algo imposible de lograr como ha señalado en reiteradas ocasiones el organismo fiscalizador, que ha pedido de forma estéril al Gobierno un calendario de descenso más realista. Y es que una disminución más rápida significaría más recortes y el riesgo de afectar a la recuperación.

Razones culturales e históricas han contribuido a prolongar una jornada laboral que ahora el Gobierno propone reducir con un pacto político y social. Según Eurostat, en España se cena dos horas más tarde que en Francia y se acaba la jornada laboral tres horas después que en Alemania. La falta de flexibilidad, la cultura del presentismo y un huso horario que geográficamente no corresponde han modificado las costumbres de los españoles y han elevado el problema a algo más que una mera cuestión legislativa. Pedro Martínez, profesor en el máster de Recursos Humanos de ICADE Business School, explica que fue con el cambio al huso horario de Alemania y con la necesidad de tener varios empleos en la época de la autarquía cuando los horarios empezaron a trastocarse. Desde entonces han pasado más de 60 años, un tiempo suficiente para sentar costumbres difíciles de erradicar. Por ello, José Luis Casero, empresario y presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios en España (ARHOE), aplaude la propuesta, pero solo la considera un primer paso.

CC OO y UGT han convocado para mañana en Madrid la primera gran movilización sindical de la legislatura. Será la gran puesta en escena de la que, dicen abiertamente, va a ser su estrategia para lograr sus objetivos en los próximos años: movilizarse para arrancar en las negociaciones el fin de la reforma laboral, la subida de salarios o más dinero para las pensiones. Pretenden combinar el pulso en la calle con el guante blanco en las conversaciones para aprovechar la debilidad parlamentaria del Gobierno. Creen que ha llegado el momento de salir de posiciones defensivas. No solo porque ya no hay mayorías absolutas, sino porque la recesión (y el miedo social que le acompaña) ha quedado atrás.

El portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, confirmó ayer en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros que la ampliación a un mes del permiso de paternidad prevista en la Ley de Igualdad entrará en vigor en enero de 2017. «Puedo anunciarles que el permiso se ampliará a partir del próximo 1 de enero de dos a cuatro semanas, una medida que va en esa necesaria conciliación entre la vida profesional y la vida familiar», declaró. Esta medida, que forma parte del acuerdo de investidura que alcanzaron PP y Ciudadanos, fue anunciada esta semana por la ministra de Empleo, Fátima Báñez, durante su intervención en la Comisión Parlamentaria del Pacto de Toledo.

Aunque los datos económicos arrojen algo de luz, el empleo sigue quitando el sueño a los vascos. Es la principal preocupación para la mitad de la sociedad y un 84% considera que aún no ha acabado la crisis. El Deustobarómetro, un informe realizado a partir de 1.010 encuestas dado a conocer ayer, revela también que los hombres son más optimistas que las mujeres a la hora de buscar trabajo. La calidad del empleo tampoco es óptima para gran parte de los ocupados. Un 5% reconoce que aceptaría trabajar por la mitad de lo que cobra ahora si eso supusiese mantener su puesto, y un 34% ha trabajado horas extra sin cobrar en los últimos seis meses.