20190211

Euskadi dará a partir de hoy una nueva oportunidad al diálogo social. Tras aprobar a mediados de enero un decreto para dar estabilidad a las negociaciones tripartitas, el Gobierno vasco ha citado hoy a la patronal y a los sindicatos -no estarán ELA y LAB- como primer capítulo de ese nuevo ciclo. Cada parte trasladará hoy sus propuestas relativas a los grandes temas que se abordarán en el foro: empleo y formación, industria, igualdad de género y seguridad laboral. La iniciativa vuelve a nacer coja, como ha ocurrido en anteriores procesos tripartitos, por la ausencia de ELA y LAB, que suman el 60% de la representación sindical en la CAV. Estos dos sindicatos reiteraron el pasado viernes su negativa a sentarse con Gobierno y empresarios, al considerar que la mesa «está vacía de contenidos» y busca «legitimar las políticas de la patronal».

Por fin se empezaba a remontar y se dejaba atrás una recesión (esa palabra que aún hoy resulta maldita) que se llevó por delante miles de empresas y decenas de miles de empleos. El zarpazo, que llegó –como también la recuperación– algo después que al conjunto de España, fue terrible. Tanto, que hoy, 21 trimestres de sano y equilibrado crecimiento después, la propia palabra ‘crisis’ sigue presente en muchas conversaciones y termina explicando no pocos acontecimientos. El impacto en la economía real fue tan intenso que resulta complicado pararse a pensar para recordar (y celebrar) que el Producto Interior Bruto (PIB) del País Vasco acumula ya 63 meses (65, si añadimos enero y febrero, que seguro han registrado avances) de envidiable repunte. Es más, Euskadi presenta mucha mejor cara que buena parte de las economías que le sirven de referencia; ya sea la más cercana u otras importantes como la alemana o la francesa. Un punto de partida en esta nueva senda que permite algo de optimismo pero nada de complacencia.

El compromiso del Gobierno para anular los que considera aspectos más lesivos de la reforma laboral ha quedado emparedado entre la falta de acuerdo en la mesa de diálogo social y la falta de apoyos en el Parlamento.  La ausencia de unanimidad en el primero de estos foros podría ser compensada con apoyos suficientes en el segundo. Pero desde principios del mes de enero y ya abiertamente desde el pasado viernes, el anuncio del Gobierno de Pedro Sánchez de promover estos cambios choca con el escepticismo de los sindicatos; en el lado de grandes y pequeñas empresas, despierta alarma y entre partidos que podrían apoyarlos falta convicción para llegar a acuerdos. Aun con las dificultades para prosperar que afronta el proyecto en el ámbito de lo social y en el parlamentario, las empresas consideran que cambios como el de la subcontratación pueden llevar a paralizar actividades como la construcción, que una década después del estallido de la crisis comienza a remontar.

Diez años después del estallido de la crisis financiera los agentes económicos privados han recompuesto sus balances y han ajustado su endeudamiento a las posibilidades de sus verdaderas fuerzas. Pueden dar por concluido el proceso de desapalancamiento con un descenso del 35%, aunque la carga se ha desplazado en parte a los actores públicos, que han duplicado sobradamente sus pasivos. Sin embargo, el destino de la financiación mantiene los mismos vicios que hace una década, pese a corregir sus dimensiones: si en 2008 más del 60% de los créditos al sector privado se dedicaban a financiar la vivienda y sus alrededores (servicios inmobiliarios, construcción, etc.), todavía ahora va a tal fin el 53% del volumen de los préstamos, con un repunte incluso en el último año.

El contrato para jóvenes sin formación en España no despega. En un país con un paro juvenil que duplica la media comunitaria, más de 30%, y con una tasa de abandono escolar del 18,3%, su uso es residual. De los más de 22 millones de contratos que se firmaron en España en 2018, solo 52.000 fueron contratos de formación y aprendizaje, el 0,2%. ¿Por qué se utiliza tan poco? La primera respuesta que aparece en boca de todos responsabiliza al sospechoso habitual: «La temporalidad se lo come todo». Pero hay más. Los empresarios hablan de falta de flexibilidad. Los economistas también la piden, pero controlando la calidad de la formación. Los sindicatos hablan de la falta de implicación de los empresarios y de un uso perverso del contrato.

En su agenda del cambio para 2030, el Gobierno plantea una nueva rebaja del despido improcedente. Esta es una de las consecuencias de lo que el Ejecutivo denomina «la implantación gradual de un sistema de cuentas individuales de capitalización para la movilidad a través de la creación del Fondo correspondiente». El Ejecutivo sostiene que el modelo «permite a los trabajadores hacer efectivo el abono de las cantidades acumuladas a su favor en los supuestos de despido improcedente, de movilidad geográfica, para el desarrollo de actividades de formación o en el momento de su jubilación». La idea es plantear esta propuesta «en el marco del diálogo social para que su diseño y aprobación cuente con los mayores consensos posibles».

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, advirtió ayer, en la sesión inaugural de la Cumbre Mundial del Gobierno que comenzó en Dubái, de que la economía mundial está creciendo más despacio de lo previsto, debido a diversos factores. La cita, organizada anualmente por el Gobierno de Dubái, reunió a varios jefes de Estado y premios Nobel, y a representantes del mundo de los negocios, la cultura y la política, que disertaron sobre la paz, el desarrollo y la economía del presente y el futuro.  En la principal intervención en la sesión inaugural, Lagarde señaló como responsables de que la economía mundial crezca menos de lo previsto a las tensiones comerciales y las subidas de aranceles, que se derivan de la guerra comercial que mantienen Estados Unidos y China. También hay tensiones entre EEUU y la Unión Europea.

Parece la solución perfecta a un problema demasiado recurrente en el escenario industrial vasco. De una parte, la clásica compañía de bandera que por dimensión es incapaz de acometer proyectos de nicho en un relativo corto espacio de tiempo. Y de otro, el agente contrarío. Una pyme de altísima capacidad tecnológica con hambre de crecimiento a la que, sin embargo, la falta de músculo financiero y la experiencia para escalar sus desarrollos y prototipos le impiden visibilizar su verdadero potencial. Para tratar de conformar un escenario donde ambas partes resulten beneficiadas, Euskadi alumbró hace tres años una aceleradora público-privada de startups liderada por el Gobierno vasco, el Grupo SPRI y 40 compañías tractoras de la CAV que articulan mecanismos de colaboración en proyectos basados en las nuevas tecnologías de la Industria 4.0. Bautizado como BIND, el revolucionario programa no ha parado de crecer en este tiempo.

Cuando Christopher Dottie accedió a la presidencia de la Cámara de Comercio Británica en España, su antecesor le dijo que el cargo no le restaría mucho tiempo de su actividad profesional (es director general de la empresa de recurso humanos Hays en España). Claro que eso fue en mayo de 2016, justo un mes antes de que el Reino Unido decidiera en referéndum salirse de la UE. Desde entonces, su trabajo y, sobre todo, sus preocupaciones por el ‘Brexit’ se han multiplicado. Dottie participará el próximo miércoles, junto al embajador británico en España, Simon Manley, en la jornada ‘Preparándonos para el Brexit’. Un evento organizado por la Agencia Vasca de Internacionalización, de la Spri, que tendrá lugar en el Palacio Euskalduna de Bilbao, y con el que se tratará de asesorar a las empresas vascas sobre las consecuencias de la inminente salida del Reino Unido de la UE.

El presidente del Círculo de Empresarios, John de Zulueta, es un veterano ejecutivo empresarial e historiador, nieto del que fuera ministro de Estado de la República Española, Luis de Zulueta. Fue pionero entre los empresarios al declarar el pasado septiembre que Sánchez debía «tirar la toalla y convocar elecciones». Considera ahora que la situación ha empeorado «sensiblemente».

Unidos frente a un adversario común, Pedro Sánchez, los líderes del PP, Ciudadanos y Vox reunieron ayer en la madrileña plaza de Colón a decenas de miles de personas —45.000 según la Delegación del Gobierno; 200.000 según los convocantes—. El manifiesto pactado entre los tres partidos acusa al presidente del Gobierno de haber «traicionado» a España al haber aceptado las 21 exigencias del independentismo, pese a que el Ejecutivo ha dado por rotas las negociaciones con los soberanistas. La concentración dejó una imagen que Ciudadanos había evitado hasta ahora: Casado, Rivera y Abascal juntos.

«El 15 de diciembre de 2015 la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 11 de febrero de cada año como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Desde ese día y cada año, desde todos los puntos del mundo se celebran millones de eventos que pretenden visibilizar y animar a presentes y futuras científicas e ingenieras en su recorrido profesional. Aunque es cierto que la presencia femenina en las carreras llamadas STEM (Sciencie, Technology, Engineering and Mathematics) es cada vez más numerosa, todavía hoy existe una gran desigualdad en la proporción de hombres y mujeres que estudian carreras técnicas y desarrollan su carrera profesional en este ámbito. Algunos datos provenientes del mundo académico, del que provengo, indican que el porcentaje de alumnas que estudian ingeniería es actualmente del 25%. Teniendo en cuenta que en los próximos años se calcula que la mitad de los puestos de trabajo estará relacionada con la ingeniería, la desigualdad entre hombres y mujeres continuará y podría acentuarse».