Economía Internacional 2017

Los factores de incertidumbre de cara al próximo año son numerosos

A nivel general continuará habiendo importantes tensiones geopolíticas, y persistirá un bajo crecimiento del comercio mundial, aunque no tan acusado como en 2016. Preocupan también los crecientes mensajes proteccionistas procedentes de economías relevantes, como EE.UU., Reino Unido, y otras economías europeas (Polonia, Hungría).
En Europa, el proceso de negociación del Brexit generará tensión e incertidumbre. A ello hay que sumar los procesos electorales en Francia, Alemania y otros países, que abocan a un escenario incierto y puede provocar cierta parálisis en Europa.
En EE.UU. el principal riesgo radica en la agenda económica y política del nuevo Gobierno, que está generando fuertes incertidumbres. Además, habrá que ver el impacto en la economía de la progresiva retirada de los estímulos monetarios.
En las economías emergentes habrá que seguir de cerca los efectos del progresivo cambio de modelo económico en China, tanto en la propia China como en terceros países con fuertes relaciones comerciales con el gigante asiático.

En EE.UU. puede haber un crecimiento mayor si se confirman los programas de inversión pública anunciados por el nuevo Gobierno.
En Europa, la prolongación en el tiempo de la política expansiva del BCE, junto a la menor necesidad prevista de ajustes presupuestarios, puede dar un impulso al crecimiento. Además, los últimos datos muestran un mayor nivel de confianza, que de consolidarse pueden dar paso a un año algo mejor de lo previsto inicialmente.
El alza prevista para el precio de las de materias primas puede impulsar el crecimiento de las economías emergentes.