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Entrevista con Tamara Yagüe para los diarios El Correo y Diario Vasco. "Es desde el pasado mes de julio la nueva líder de los empresarios vascos, tras haber asumido la presidencia de la organización que actúa como cúpula de representación empresarial en Euskadi, Confebask. Es la segunda mujer en ocupar el cargo y es un producto de la cantera de las organizaciones empresariales. Durante los tres años anteriores ocupó la presidencia de la principal patronal sectorial vizcaína, la del metal (FVEM). No duda en elevar algo el tono para denunciar lo que, en su opinión, es una campaña de imagen de los sindicatos, al menos de algunos, que trata de distorsionar la realidad económica del País Vasco. Firme defensora de la colaboración público-privada, exige respeto y reconocimiento a la figura del empresario, subraya que en Euskadi se negocian los convenios y se pagan los mejores salarios del Estado, con lo que no cabe hablar de precariedad ni optar a la ligera por las huelgas, y demanda a los gobiernos estabilidad y una fiscalidad que favorezca la actividad económica. En ese sentido, afirma que "pediría al PNV que no apoye el impuesto a la banca y las energéticas".

Los datos del paro registrado en Euskadi durante el mes de octubre arrojan un aumento de 2.920 desempleados respecto al mes anterior, mientras que, por el lado de la creación de empleo, se han ganado 13.675 cotizantes en octubre, lo que sitúa la cifra total, otra vez por encima del millón de personas, en concreto 1.008.668. En declaraciones a diferentes medios de comunicación, el responsable de Economía de Confebask, Pablo Martín, ha asegurado que, “aunque el número de cotizantes ha vuelto a superar esa barrera del millón de personas, los datos del paro no son buenos, ya que crece en casi 3.000 personas. Y, de hecho, en Euskadi es el peor mes de octubre desde el año 2012. Además, el aumento se produce en todos los sectores de actividad”.

En un artículo publicado en el quincenal Empresa XXI, la presidenta de Confebask, Tamara Yagüe, asegura que “si hay algo que nos ha caracterizado a lo largo de estos cuarenta años en Confebask, y que sigue formando parte de nuestro acervo colectivo, es esa colaboración público-privada. Una colaboración basada en el compromiso por la mejora de nuestra sociedad y que tiene en el acuerdo su principal característica. Un detalle, el de las ganas de llegar a acuerdos – y abro paréntesis- que, como sabemos todos, en Euskadi cobra una especial relevancia porque hay determinados ámbitos que se enorgullecen del conflicto social y lo reivindican como su principal herramienta para lograr sus objetivos. No podemos estar más en desacuerdo”.

Con motivo de la Semana Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), en colaboración con la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA), ha organizado una jornada en Bilbao a la que ha invitado a la responsable de Seguridad y Salud en el Trabajo de Confebask, Amaia López Iriondo, también como representante de CEOE. En ese contexto, López Iriondo ha asegurado que “la digitalización es inevitable. Y en materia de Seguridad y Salud de las personas, es importante subrayar que más allá de los riesgos (especialmente, los psicosociales), trae ventajas. Por ejemplo, todo lo que supone para la anticipación de accidentes y enfermedades, diagnósticos precoces de patologías, modelos de trabajo más flexibles, o acceso de colectivos diversos”. “El debate que se abre en las empresas – continúa la responsable de Confebask - es saber cómo se puede mejorar la Prevención.

Tal y como se detalla en el último informe de Confebask sobre financiación empresarial, los tipos de interés siguen subiendo, y se sitúan en máximos desde 2008. Ese incremento continuado se traslada al coste de financiación de las empresas, que marca los niveles más altos desde 2014 en el caso de las pymes, y desde 2008 en el de las grandes empresas. Esto, a su vez, se traduce en un retroceso de la concesión de crédito nueva a las empresas, especialmente a las más grandes, con un descenso de 8 puntos porcentuales sobre los que obtenía hace un año. En el caso de las pymes, la concesión de créditos nuevos ha crecido ligeramente con respecto al año anterior, si bien ese pequeño aumento no compensa la caída global. Y así, el crédito nuevo al conjunto de empresas se ha reducido un -9,1% hasta agosto, frente al aumento del 19,9% de 2022.